Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2020

CUANDO DIOS ES UN SIMPLE HOMBRE

Ejercer la medicina es transitar por una senda impredecible, con sorpresas cada día.  Paso a paso reaparece la confirmación de la individualidad del ser humano, en donde cada uno de nosotros es tan único como especial y si queremos complejizarlo más aún, pienso en cuantas veces ni a nosotros mismo nos parecemos porque mutamos en el tiempo. En el ejercicio de la medicina no es posible aburrirse. Esta tarea es una fuente inagotable de aprendizaje.  Me ha ocurrido encontrar de repente personas que por ser su médica me miraron como a un semidiós que todo lo puede, depositaron su confianza, sus miedos, sus angustias y esperaron de mi todo y un poco más que "todo". Ante cada una de mis acciones con resultados positivos, esos ojos siguieron construyendo esa figura gigante y excesiva de perfección y divinidad que se hacen de nosotros. Desde mi mirada vivo a todo eso como un gran peso en  los hombros de un imperfecto ser humano. Pero resulta ser, que el bien o mal